martes, junio 06, 2006
Elemento Crítica: El caso del fracaso
¿Qué pasó con Jorge Matute Johns? Algún televidente o lector reclamón debería interponer algún recurso de protección o una que otra acción social sobre los medios de comunicación por tenernos al tanto de este espinado casi y de golpe, dejarnos con la incertidumbre que adornó por años su falta de profundidad.
Hay una definición elemental a la hora de entender el desarrollo de una noticia. La sobre exposición de un tema, sus incontables aristas y el manejo de caudales informativos por parte de los involucrados puede alterar las visiones objetivas respecto de un caso. Incluso de uno tan insigne como el de la desaparición y muerte del universitario sanpedrino tras su noche en la discotheque La Cucaracha de Concepción.
Dos hechos me llevaron a rememorar el tema. Inconscientemente escuchando la letra de "Quien mató a Marylin" de Los Prisioneros (perfectamente aplicable al mito criminal en torno a Coke) me topé luego con la entrevista de Juan Morales a Oscar Araos, el supuesto asesino que encajó como chivo expiatorio de una de las dos irrelevantes tesis confeccionadas por las policías.
Si uno como yo (más si ejerció su profesión en medio de esta vorágine de dimes y diretes) saca conclusiones de lo que nos dejó el caso minuto tenemos un montón de basura que en términos formales sirvió de nada, excepto para intereses de terceros. Aquí hubo abogados oportunistas que se hicieron famosos, jueces ineptos que refrendaron la desconfianza popular en la justicia, autoridades removidas y otras elevadas a cargos, familias heridas y pasadas a llevar por la multiplicidad de versiones, personas naturales y empresas que se vieron atentadas en su derecho inalienable a presunción de inocencia hasta que no se demuestre lo contrario, famas arrasadas, cientos de horas en medios de información rellenos con desecho reciclable (como lo aprovecharon una y otra vez), periodistas que sacaron libros, otros profesionales que dieron charlas innocuas y teorizaron con el tema, sucesos imborrables para el inconciente colectivo, movimientos sociales y de conciencia global y todo lo que se le pueda ocurrir. ¿Y de que sirvió?
Sirvió para ver que la justicia en Chile es anticuada, mal aplicada y hasta vergonzosa. Primero porque los siete procesados (que incluso fueron incomunicados en su minuto) salen hoy libres a la calle por la derogación de un delito en la nueva ley penal y no por el término exitoso de un proceso riguroso. Segundo, porque nos quisieron convencer que sin cuerpo no hay delito. Encontraron el cuerpo, sabían desde antes el delito pero no supieron aclararlo. Y tercero, porque los tribunales aún son incapaces de controlar los resabios de competencia policial entre carabineros e investigaciones que permanecen desde la época del régimen militar. En vez de sumar, se restan entre ellas; pierden dinero, esfuerzo y tiempo.
Sirvió para ver que no existe excelencia a la hora de que las autoridades con todas sus herramientas emprendan una búsqueda en el frío laberinto de la criminalística de alta ejecución. Y sirvió para ver que los entes sociales en Chile son incapaces de crear redes de colaboración efectivas como para acudir a tapar los baches que el sistema castigador no posee, Aquí más de alguien vio alguna cosa y se la cayó por eso tan nuestro de "para que me voy a meter en problemas".
Esto es una cadena de fracasos. De los jueces que investigaron, de la familia Matute que no logró dar con la verdad, de las familias que no lograron zafar de responsabilidad social (si judicial) a sus hijos que son apuntados con el dedo como presuntos asesinos, de los cuerpos policiales que se hundieron en su propia ineficacia, de los abogados que no lograron probar nada (ni para uno ni para otro lado), de la prensa que persiguió el caso por más de cinco años y nunca logró aunar piezas y obtener resultados concluyentes y de la comunidad en general que vio frustrada su necesidad de ver que sus "instituciones funcionan" y que ahora se puede salir a la calle sin el riesgo que te maten como hace como 30 años atrás. Todos frustrados menos uno, el asesino. El que mató a Jorge Matute John’s anda por ahí y lo peor de todo, es que parece que sólo él, además de "Coke" saben que fue quien cometió el agravio. Pero "Coke", lamentablemente, ya no está para contarlo.
Hay una definición elemental a la hora de entender el desarrollo de una noticia. La sobre exposición de un tema, sus incontables aristas y el manejo de caudales informativos por parte de los involucrados puede alterar las visiones objetivas respecto de un caso. Incluso de uno tan insigne como el de la desaparición y muerte del universitario sanpedrino tras su noche en la discotheque La Cucaracha de Concepción.
Dos hechos me llevaron a rememorar el tema. Inconscientemente escuchando la letra de "Quien mató a Marylin" de Los Prisioneros (perfectamente aplicable al mito criminal en torno a Coke) me topé luego con la entrevista de Juan Morales a Oscar Araos, el supuesto asesino que encajó como chivo expiatorio de una de las dos irrelevantes tesis confeccionadas por las policías.
Si uno como yo (más si ejerció su profesión en medio de esta vorágine de dimes y diretes) saca conclusiones de lo que nos dejó el caso minuto tenemos un montón de basura que en términos formales sirvió de nada, excepto para intereses de terceros. Aquí hubo abogados oportunistas que se hicieron famosos, jueces ineptos que refrendaron la desconfianza popular en la justicia, autoridades removidas y otras elevadas a cargos, familias heridas y pasadas a llevar por la multiplicidad de versiones, personas naturales y empresas que se vieron atentadas en su derecho inalienable a presunción de inocencia hasta que no se demuestre lo contrario, famas arrasadas, cientos de horas en medios de información rellenos con desecho reciclable (como lo aprovecharon una y otra vez), periodistas que sacaron libros, otros profesionales que dieron charlas innocuas y teorizaron con el tema, sucesos imborrables para el inconciente colectivo, movimientos sociales y de conciencia global y todo lo que se le pueda ocurrir. ¿Y de que sirvió?
Sirvió para ver que la justicia en Chile es anticuada, mal aplicada y hasta vergonzosa. Primero porque los siete procesados (que incluso fueron incomunicados en su minuto) salen hoy libres a la calle por la derogación de un delito en la nueva ley penal y no por el término exitoso de un proceso riguroso. Segundo, porque nos quisieron convencer que sin cuerpo no hay delito. Encontraron el cuerpo, sabían desde antes el delito pero no supieron aclararlo. Y tercero, porque los tribunales aún son incapaces de controlar los resabios de competencia policial entre carabineros e investigaciones que permanecen desde la época del régimen militar. En vez de sumar, se restan entre ellas; pierden dinero, esfuerzo y tiempo.
Sirvió para ver que no existe excelencia a la hora de que las autoridades con todas sus herramientas emprendan una búsqueda en el frío laberinto de la criminalística de alta ejecución. Y sirvió para ver que los entes sociales en Chile son incapaces de crear redes de colaboración efectivas como para acudir a tapar los baches que el sistema castigador no posee, Aquí más de alguien vio alguna cosa y se la cayó por eso tan nuestro de "para que me voy a meter en problemas".
Esto es una cadena de fracasos. De los jueces que investigaron, de la familia Matute que no logró dar con la verdad, de las familias que no lograron zafar de responsabilidad social (si judicial) a sus hijos que son apuntados con el dedo como presuntos asesinos, de los cuerpos policiales que se hundieron en su propia ineficacia, de los abogados que no lograron probar nada (ni para uno ni para otro lado), de la prensa que persiguió el caso por más de cinco años y nunca logró aunar piezas y obtener resultados concluyentes y de la comunidad en general que vio frustrada su necesidad de ver que sus "instituciones funcionan" y que ahora se puede salir a la calle sin el riesgo que te maten como hace como 30 años atrás. Todos frustrados menos uno, el asesino. El que mató a Jorge Matute John’s anda por ahí y lo peor de todo, es que parece que sólo él, además de "Coke" saben que fue quien cometió el agravio. Pero "Coke", lamentablemente, ya no está para contarlo.
Comments:
<< Home
Ufff, usted se alarga igual que otra que conozco pero es interesante. ESTO SI QUE ES INTERESANTE, JAJAJA
Ya, ríase un rato master, Le copie el link y salio una idea
Ya, ríase un rato master, Le copie el link y salio una idea
Nunca supimos quein lo mató, igual que con la Marylin pues. Igual hubo hartos que se hicieron famosos con el caso Matute
Es una verdadera estupidez. Hicieron tanto ruido y al final no lograron encontrar a ningun culpable. Cinco años de plata perdida que pagamos todos con los impuestos
Publicar un comentario
<< Home