El Pinto Elemento

“Lo que pasa es que entre una pareja debe tener química” decía una amiga mayor en mis años de adolescencia. Qué cresta será eso, me pregunté en su momento…

Con mis jóvenes 17 años entre a estudiar algo así como Acuicultura a la memorable Pontificia Universidad Católica. Al humanista de liceo numerado, orgullo de la familia, lo echaron cagando al primer semestre porque no pudo con el intenso e inalcanzable nivel de conocimiento científico- matemático exigido. No era lo mío, claro está.

Al menos conocí la tabla periódica. Y la química ya no era tan extraña.

Con el tiempo supe lo que era tener química con una pareja. Sí, mi propia e intransferible versión del asunto. Es simple y paso a explicarla. Uno se imagina ideales, mapas, cualidades, atractivos… Cuando los encuentras en una sola mujer el cuerpo se acelera como las pulsaciones. Ahora, súmale que si como yo, tienes la suerte de que te pesquen, entonces las relaciones venideras marcarán tu vida con el estigma de la búsqueda. Ya conoces el arquetipo. O sea, la química como motor de su estado más aspiracional.

Hoy corren todos acelerados. Es allí donde, según yo, nace la otra versión de la química de parejas, la más usada, la más engañosa para quien escribe acá. La que inserta al yo social en un estado de acompañamiento por coincidencias. El discurso es similar a esto. "Nos gusta la misma música, nos llevamos bien, tenemos mañas parecidas, nos apuntamos perfectos y estamos cada uno dentro de lo más aceptable físicamente para el otro". Un ghetto armado para combatir la peste de quedarse sólo. Pero ¿y la güata?

I Want Everything - Cracker (Kerosene Hat, 1993): No sé si lo dije pero las canciones más simples son las mejores... Los rockeros también saben escribirle a la quimica. Sin querer a veces.

Allí entra la discusión. Para no ser preguntón sin materia, apunto mi teoría que atesoro como sólida e invencible. La química surge a partir de la naturaleza misma. Es absoluta cuestión de piel y no reconoce defectos ni discordia emocional, psicológica, neuronal o conductual. Todo quedará supeditado a una exquisita sensación física, de encantamiento mutuo y progresivo, donde la ilación de principios, ideas e intereses será a veces disfrazada, sin más pretexto que no interrumpir la embriaguez visual. Algunos lo llaman pasión, aunque el término es demasiado amplio. Yo hablo de una sensación superior al marco social y que se ajusta preciso al escenario de las expectativas. Los pelos de punta que le llaman, las cosquillas en la panza, eso que no puedes dejar de buenas a primeras. Aunque quieras.

# Opinó... RIPNE a las 12:35 a. m.