El Pinto Elemento

Learning To Fly – Tom Petty and The Heartbreakers (Into The Great Wide Open, 1991): Uno de mis músicos favoritos junto a su banda de siempre. Producido por su amigo Jeff Lynne, líder de los Electric Light Orchestra, esta es una canción para elevar el espíritu.

Free Fallin’ – Tom Petty (Full Moon Fever, 1989): Triple disco de platino en USA, top ten de la Bilboard americana, la caída líbre con que Jerry Mac Guire -Tom Cruise- manda todo al carajo y se dice ¿y qué tanto?

Gime Me Love – George Harrison ( Living in the Material World, 1973): Mientras en Chile se mataban los unos con otros, en el mundo ésta canción iluminaba las mentes y corazones de los pacifistas que apaciguaron la guerra fría y obligaron a las potencias a trasladar la lucha al tercer mundo. Un genio en su hora más brillante, sin sombras injustas que le impidiesen crear. Uno de los que dejó huella musical, la que finalmente perdura…

Ella: ¿Oye, me sacaste del msn?

Yo: ¿Quien yo? Noooooooooo. Pero cómo…

Ella: Lo que pasa es que miré quien me había eliminado de msn y tú estabas ahí, pero puede que esta cosa falle… No importa...

Capaz que si pues. Sucede que, en honor a la verdad, al apagar este abnegado PC debo administrarle dos tapsín noche. Uno para que amainarle el dolor de cabeza al disco duro por tanto condoro cometido y otro para que se duerma, se enfrié y deje de reírse de tanto cagazo que, por esto días tiene al pato de Microsoft –el del cuac- con licencia por afonía.
Y si hablamos del messenger, ese fantástico invento de la tecnología, que nuestros padres miran como pérdida de tiempo y nuestra economía como pérdida de dólares en no producción -¿o me lo van a negar?- definitivamente no es mi fuerte, está propenso a la ignorancia total y en resumidas cuentas, no me calienta en lo más mínimo. Mal podría entender y chequear si alguien me tiene en sus registros, mal podría generar una especie de filtro, de palco y galucha entre mis contactos.
La ley es simple. El que llega a la casilla no oficial –publicada en el blog- y pide que lo agreguen es aceptado. Si güatea, se elimina por sanidad. Si jotea, idem… ¿Quién puede “hablar de nada” con veinte personas a la vez? Hay que ser muy rápido, muy holgazán, ciertamente autista o jote descarado. A mi no me cuadra ninguna de esas calificaciones. Nada más que por mi absoluta reticencia a escucharle la vida a personas que, aún reflejando curiosidad no hacen más que demostrarte su incapacidad de socializar hablando de todo por un teclado frío, con un monitor cuyos píxeles hacen la pega de psicólogo.
Extrañamente, personas que merecen mi total respeto y admiración admiten tener hasta más de 90 contactos. Ni aceptando la candidatura al Principe Blogger creo que yo llegaría a tanto…
Por norma general, no borró a la gente de msn ni le aplico “no admisión”. La observo, minuciosamente, mientras me comunico con “los míos” o simplemente me actualizo con internet. Hay casos muy célebres con el puro nickname, casi para el subtítulo. Para el cartel en la frente.
Por ejemplo, está aquél usuario “no disponible” que debería llevar el letrero “mentira, acá estoy, háblenme…” pues si realmente estuviera no disponible, la lógica elemental te abofetearía la cara con un drástico “no te conectes”. También están los “ausentes” que no son más que un colador. Si no te hablan, cagaste… Para ti es que está totalmente inubicable. Ni el olor asomes, mejor será…
Miro las opciones de mi messenger y desearía tener un pitito con el que postular a una beca tecnológica, irme a las tierras del Tio Sam y tras alcanzar el sillón derecho de Bill Gates, preguntarle –así entre entre compadres- quien inventó alternativas de “mi estado” como “salí a comer”, “vuelvo enseguida” o “al teléfono”.
Fijo que, me levantaría de mi privilegiado lugar al lado del mesías de la computación y en plena reunión de directorio le pondría una patada en la r… al susodicho porque se le olvidó poner fases en el software como “estoy en el baño”, “están dando los goles en el Mega”, “bajando música y videos porno”, “va pasando mi vecina rica y la estoy mirando de reojo por la ventana” y tal… ¿A quien cresta le puede interesar “la opción”? ¿No es mejor no conectarse?
No les voy a mentir. El Messenger era para mi una pelotudez y hoy significa nexo con personas que no veo por distancia, algunas que no conozco y otras que ya son parte de mi entorno, muy significativas por lo demás. La impersonalidad ayuda. Entiendo por fin a esa entrañable compañera de universidad, esa media pailona y ñoña que se enamoró por la net y que se casó a los cuatro días con “su novio” tras un año de chateo permanente. Me reí cuando la vi parada defendiendo la tesis del amor on line en “Buenas tardes Eli” y ahora reniego, no lo haría pero sé que es posible. No sé si da para tanto pero de que se conoce gente y todo lo demás, apruebo.
Pero el Messenger y sus trucos, saber si estás, no estás, quieres hablar o no, me parecen avatares ridículos. Inventar una página para adivinar si el mundo te quiere o te dejó de considerar es digno de la Fundación Mi Poco Ego. Para variar, de curioso pongo la dirección de msn oficial y como no es Hotmail la desconoce. ¿Yo no puedo saber y los demás si? ¿Y si los tengo en el msn opcional y aún no pasan de curso al de los queribles me tengo que sentir mal? ¿Usted cómo anda con su Messenger, lo usa, lo abusa, lo maldice?
Muchachos, ya sé que estoy piantao… Pero nunca tanto.

Blowin’ in the wind – Bob Dylan (The Freewhellin’ Bob Dylan, 1963): A Robert Zimmerman se le recordará entre otras cosas por ser uno de los más grandes compositores de la historia del rock y del folk contemporáneo, como aquél inspirador de generaciones jóvenes luchando por la paz, la igualdad y la libertad en torno a una fogata, una guitarra y una armónica, como un eterno candidato al Premio Nobel, como el único músico de quien Los Beatles reconocieron nutrirse a la distancia, como un trovador de todos los tiempos. Como un concientizador, un ícono. Un mito viviente y vigente…

California Blue – Roy Orbison (Definitive Collection, 2004): Uno de los tantos compilados recopilatorios de BIG O que a 15 años de su muerte seguía siendo un producto editable para las compañías de discos. Más que Pretty Woman, más que baladas y tonadillas lloronas, Orbison es una de las voces más privilegiadas e incandescentes del firmamento rockandrollero que cambió la historia de la música en los ’60.

The Lights Go Down – The Electric Light Orchestra (Time, 1981): La megabanda de Lynne que inmortalizó el rock de sesión, el de estudio con instrumentos sinfónicos, el que explora los vientos y los sintetizadores con delicados arreglos vocales. Pude publicar cualquiera de los típicos clásicos del grupo –Last Train To London, Telephone Line, Roll Over Bethoveen, Hold on Tight, Confusion, Don't Bring Me Down, Can’t Get It Out Of My Head, Mister Blue Sky, en fin, les prometo degustación de ellos- pero como la idea de este blog es apelar al “no single” o al no más reconocido, les dejo la más sólida, la mejor de todas. Según yo…

Lo que escucho: Handle With Care – The Traveling Wilburys (Traveling Wilburys Volumen 1, 1988): El proyecto de todos los anteriores juntos y jugando a hacer música. Súmele a Jim Keltner en batería y queda armada la mejor superbanda –concepto para agrupaciones con ex integrantes de anteriores leyendas o colectivos famosos de la historia- de rock de todos los tiempos. Como un equipo de baby fútbol con Dassaev, Don Elías Figueroa, Maradona, Ronaldinho y Gerd Müller. Como un carrete en tu casa con Alicia Siverstone, Nicole Kidman, Penélope Cruz, Halle Berry, Celeste Cid y Kate Moss. Como una fogata en la playa guitarreando con Fito, Calamaro, Charly, Henríquez, Cerati, Jorge González, Johanssen y Drexler… Un sueño imposible que la amistad hizo posible. Una herencia que no tiene valor descifrable. Un lujo.

# Opinó... RIPNE a las 1:03 a. m.